La contaminación y la sobre explotación de la Naturaleza
acaba dañándola al igual que el agotamiento y el estrés de nuestra vida diaria
acaba sobrecargando y fatigando a nuestro organismo.
En él, multitud de células trabajan duro cada día para que podamos funcionar,
realizando todo tipo de tareas. Cada célula tiene su propia función, espacio de actuación
y tiempo de duración, siendo su renovación de vital importancia para nosotros.
La mejor forma de que estas células realicen su trabajo de la manera más eficaz,
no consiste en estimularlas o nutrirlas mediante alimentos energéticos.
La Naturaleza nos regala un sistema mucho más eficaz que ella utiliza
desde hace millones de años. Por ejemplo, la fertilidad natural de los suelos
requiere de la existencia de fases de actividad y de otras de ralentización de esta actividad,
para que la vida microbiana pueda renovarse mediante el control de la
oxigenación del suelo y el control de patógenos.
Si nos lo aplicamos a nosotros mismos, una palabra define la imitación:
EL DESCANSO.
El descanso es una de nuestra mayores necesidades, porque gracias a él, las células
pueden eliminar toda las sustancias tóxicas presentes en la sangre.
Los humanos somos parte de la Naturaleza, por eso,
conociéndola, imitándola, cuidándola y cooperando con ella
nos estamos cuidando a nosotros mismos.
Nuestro cuerpo, al igual que la Naturaleza, quiere y sabe cuidarse.
Mediante el descanso le damos una oportunidad para ello.
Una forma excepcional de conseguir un bienestar físico y psíquico es descansando
de manera profunda. Esto lo podemos conseguir de dos formas, principalmente:
mediante el reposo consciente, o la meditación y
mediante el sueño reparador
El simple hecho de permanecer en reposo, en actitud calmada, atentos a nuestra
respiración, mantiene los niveles metabólicos aproximadamente igual
que si estuviéramos durmiendo profundamente.
Aprovechemos los momentos diarios posibles para
regalarnos una dosis de renovación de la vitalidad.
Una aliada excepcional para estos momentos de descanso la encontramos
en nuestra flora mediterránea local.
Aparte de sus muchas virtudes,
EL ROMERO
nos ayudará a crear un ambiente purificador,
quemando sus hojas o mediante su esencia,
que permitirá a nuestra mente concentrarse al 100%
por ejemplo en la respiración mientras meditamos o nos relajamos,
despejando a su vez las vias respiratorias.
Después de cada descanso, podemos lavarnos la cara, las manos y los pies con el agua
procedente de la maceración de unas hojas de romero en agua templada durante una noche.
Antes de ir a dormir, metemos los pies en agua caliente con una infusión de flores de espino blanco.
Antes de ir a dormir, metemos los pies en agua caliente con una infusión de flores de espino blanco.
FELIZ DESCANSO
No hay comentarios:
Publicar un comentario