Las semillas son tierra, son aire y son luz.
Recién germinadas nos aportan gran cantidad de nutrientes
más fácilmente asimilables que en el propio fruto.
Cuando se expanden, crean el manto verde de la vida
para crearnos a nosotros también.
.......... Hacía ya dos años que el programa de investigación "Cultivando biodiversidad" había finalizado. Este programa gubernamental había recogido información y muestras de cientos de variedades locales cultivadas por los campesinos, guardadas y mejoradas de generación en generación. Alvaro y Lisa eran dos de estos campesinos. Recogían y distribuían semillas para cientos de huertos rurales y urbanos. Los intercambios y la comercialización en los mercados y ferias agroartesanales locales, tanto de semillas, como de frutas, hortalizas y sus productos transformados, se había convertido en una gran herramienta para relocalizar la economía en una época de penurias laborales. Eran días donde los sueños se vestían de colores y de fiesta. Fue en uno de estos días de fiesta donde el Sol se nubló en forma de "Inspección fitogenética", tal como se denominó al requisado de decenas de semillas locales y a la tramitación de varias denuncias por su posesión y comercialización. La razón era simple, habían sido patentadas por varias transnacionales. Lisa no podía creerlo: "¿cómo puede patentarse el conocimiento y el trabajo de nuestros abuelos?". Semanas después, la confusión inicial se fue aclarando. El programa "Cultivando biodiversidad" había sido financciado por varias transnacionales con el objetivo de recavar información y muestras que de otra forma les hubiera costado mucho dinero conseguir. En dos años habían introducido una serie de "mejoras" en las semillas, patentándolas y creando un Banco de variedades tradicionales. Lo sorprendente es que , además, estaban a punto de apropiarse de los Bancos de semillas gubernamentales. La biopiratería había llegado también a los pequeños huertos.
Los días siguientes fueron de mucho trajín y actividad. Los pequeños hortelanos crearon un Red de apoyo para hacer frente a las denuncias presentadas contra algunos campesinos e intentar solventarlas dentro de la "legalidad vigente". Alvaro y Lisa, a su vez, participaban en lo que se denominó "Guerrilla por la vida", ya que aún mucha gente condervaba algunas semillas desobedeciendo la normativa de patentes establecida. Su pensamiento era claro: "es posible privatizar los recursos, pero no los sueños, semillas de vida, luces en la oscuridad". Y en eso andaban nuestros amigos, encendiendo velas..........
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