La Luna penetra con sus rayos de forma superficial en nuestra piel
y en la de las plantas,
y en la de las plantas,
colaborando en los procesos de cicatrización de las heridas.
La luz de la Luna es un potente atrayente de la vitalidad de las plantas, haciéndolas más resistentes hacia todo tipo de problemas y aportándonos más energía los alimentos recolectados y consumidos hacia la luna llena. Con la luna menguante, sin embargo, las cualidades de las plantas son más perceptibles y sus propiedades más intensas. Cuando la luna está ascendente, la savia es más abundante, ejerciendo una mayor actividad sobre la parte aérea de la planta, al contrario que en la luna descendente, cuando la actividad es más potente en las raíces. Hoy, día 11 de marzo, estamos en luna nueva y ascendente, siendo un día apropiado para cortar esquejes de plantas destinados a la formación de ramos de flor, con abundante producción de polen. Las abejas nos lo agradecerán.
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