Precioso árbol para nuestro bosque de alimentos,
considerado como afrodisíaco durante mucho tiempo en Europa
y presente en la mitología griega según los expertos,
apareciendo como manzanas de oro en el jardin de las Hespérides.
Posee una raíz principal que profundiza en busca de agua, por ello es bastante resistente a la sequía, admitiendo cultivos permanentes y anuales en sus cercanías.
No le gusta que el suelo que habita se encharque por mucho tiempo.
Nos regala las flores antes de que aparezcan las hojas, entre marzo y abril,
siendo sensible a las heladas tardías.
Sus frutos, o Damascos, se nos regalan a partir de mayo.
Podemos multiplicarlo mediante injertos de escudete sobre ciruelos, melocotoneros y almendros.
En el bosque de alimentos hace buena vecindad con almendros, ciruelos, melocotoneros, higueras, nísperos, perales, espliegos, tomillos, hinojos, amores del hortelano, parietarias, collejas y caléndulas.
SU CONSUMO EN FRESCO tiene un efecto antiséptico en enfermedades respiratorias. De esta forma es como mejor aprovecharemos su alto contenido en vitamina A en anemias, problemas oculares y en la regeneración de células muertas.
Su aceite es similar al de almendras, con propiedades hidratantes y emolientes para la piel. Sus frutos molidos, en infusión, son efectivos en casos de estreñimiento. El cocimiento de sus frutos para realizar baños de asiento es muy útil en caso de hemorroides.
Su madera posee gran cantidad de savia, aportando muchos azúcares cuando la quemamos y aportando un sabor dulce y afrutado a las patatas asadas en sus brasas. Posee unas claras y hermosas vetas que resaltan en hermosura esculturas y jarrones realizados con su madera.
... finca Azaroa es un lugar donde trabajamos desde la perspectiva de la Salud del Hábitat,
apostando por la permacultura, la agricultura natural, el conocimiento del entorno silvestre,
la geobiología y el cultivo de la afectividad ...
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