La alcachofa
Cynara scolymus
de la familia de las Compuestas
Nos encontramos ante una planta mediterránea cuya parte comestible
es su flor, junto con las brácteas que la protegen.
aguanta mal las heladas fuertes y el exceso de humedad durante el invierno,
pero durante su cultivo requiere agua en abundancia y mucha materia orgánica.
Es ideal en los lugares donde se dan diferencias importantes de temperatura entre el verano y el invierno.
La podemos multiplicar por esquejes, recogiendo los brotes tiernos en agosto o en septiembre,
con algunas raíces, y trasplantándolos.
Con mucha exhuberancia en vegetación, proporciona un ambiente sombreado y fresco
pudiéndola combinar al principio con plantas de crecimiento rápido, como lechugas, rábanos o espinacas.
En el verano, podemos reducir mucho los riegos para facilitar su rebrote durante el otoño.
Las podemos combinar con ajedreas, albahacas y melisas para alejar a los pulgones.
En nuestra cocina nos proporciona proteínas, fibra, vitaminas y minerales, sobre todo potasio y magnesio.
En el botiquín, sus hojas en infusión nos será tremendamente útil
como aperitiva y digestiva, en casos de insuficiencia renal o hepática,
para reducir el nivel de colesterol y de azúcar en la sangre,
y en casos de reumatismo y de gota, al facilitar la eliminación del ácido úrico.
La farmacia en nuestro huerto
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